Pese al alto al fuego, el hambre en Gaza sigue en niveles “críticos”

El último informe de la autoridad mundial en crisis alimentarias estimó que en los próximos 12 meses más de 100.000 niños entre 6 meses y 5 años sufrirán desnutrición aguda.

21 de diciembre, 2025 | 12.05

La Franja de Gaza logró evitar la expansión de una hambruna generalizada, pero la situación alimentaria sigue siendo alarmante en toda la región, según el último informe de la autoridad mundial en crisis alimentarias, el Integrated Food Security Phase Classification (IPC).

Después de un cese al fuego en octubre, se observaron mejoras notables en la seguridad alimentaria y nutrición, y no se detectó hambruna, indicó el informe. Sin embargo, el IPC advirtió que la situación sigue siendo altamente frágil, con cerca de 2.000 personas en niveles catastróficos de hambre hasta abril de 2026, y toda la Franja de Gaza en peligro de sufrir inanición en caso de que el conflicto se reactive o se detenga la ayuda humanitaria.

El organismo insistió en que las necesidades siguen siendo enormes y que se requiere una asistencia sostenida, ampliada y sin obstáculos para evitar una crisis mayor.

Además, aclaró que debido a la insuficiencia de datos, el norte de Gaza no pudo ser clasificado formalmente en cuanto a desnutrición aguda (AMN). En los mapas del informe, esta zona aparece sombreada en gris para indicar que cuenta con evidencia inadecuada para un diagnóstico técnico preciso.

Debido a la insuficiencia de datos, el norte de Gaza no pudo ser clasificado formalmente en cuanto a desnutrición aguda (AMN).

Se evitó la expansión de la hambruna, pero la situación aún es crítica

Este nuevo informe llega en un momento decisivo, cuando el frágil alto al fuego mediado por Estados Unidos entre Israel y Hamas está por finalizar su primera fase, con la situación compleja debido a que aún queda un rehén en Gaza y ambas partes se acusan de violar la tregua.

En agosto, el IPC había confirmado por primera vez la existencia de hambruna en el Medio Oriente, apuntando a Gaza, con más de 500.000 personas en niveles catastróficos de hambre, muchas en riesgo de morir por desnutrición.

El informe actual señaló que la reducción significativa del conflicto, el plan de paz propuesto y una mejor llegada de alimentos humanitarios y comerciales evitaron la expansión de la hambruna. La población ahora puede acceder a dos comidas diarias, el doble que en julio, lo que representa un cambio positivo.

Antoine Renard, director del Programa Mundial de Alimentos para los territorios palestinos, destacó que “esta situación es claramente un retroceso respecto a lo que fue uno de los momentos más graves del verano”.

No obstante, el acceso a alimentos sigue siendo desigual y fluctuante en Gaza, y la crisis se agrava por otros factores como la falta de refugios adecuados. Más de 1,3 millones de palestinos necesitan refugio de emergencia con la llegada del invierno, y más del 70% de la población vive en refugios improvisados dependiendo de la ayuda. El IPC advirtió que la inseguridad alimentaria está impulsada también por el desplazamiento masivo, las malas condiciones sanitarias y el acceso restringido a alimentos.

Se estima que en los próximos 12 meses más de 100.000 niños entre 6 meses y 5 años sufrirán desnutrición aguda y necesitarán tratamiento urgente.

Mientras tanto, cifras recientes del ejército israelí sugieren que no se habría cumplido el acuerdo de permitir el ingreso diario de 600 camiones de ayuda a Gaza, aunque Estados Unidos y el centro que coordina la asistencia afirman que sí se alcanzaron los niveles pactados.

El secretario general de la ONU, António Guterres, señaló que la organización y sus socios preparan 1,5 millones de comidas calientes diarias y distribuyen paquetes de alimentos, pero advirtió que “las necesidades crecen más rápido que la ayuda que llega”.

Por último, representantes de organizaciones humanitarias remarcaron que el debate no es solo sobre números o calorías. “Este no es un debate sobre el número de camiones ni sobre las calorías que consumen. Se trata de si las personas realmente pueden acceder a alimentos, agua potable, refugio y atención médica de forma segura y constante. Ahora mismo, no pueden”, declaró Bushra Khalidi, responsable de políticas de Oxfam para Israel y el territorio palestino ocupado.

El rechazo de Israel al informe

Por su parte, el organismo militar israelí encargado de coordinar la ayuda a Gaza, conocido como COGAT, rechazó con fuerza las conclusiones del IPC. Según COGAT, el cese al fuego se respeta y se permite que la cantidad de ayuda acordada llegue a Gaza, incluso superando los requisitos nutricionales de la población, según metodologías internacionales, incluida la ONU.

Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí también indicaron que el informe no refleja la realidad sobre el terreno y que la ayuda que llega a Gaza supera la necesaria. Afirmaron que el IPC se basa principalmente en datos de camiones de la ONU, que representan apenas el 20% del total de la ayuda que ingresa.

En respuesta, el IPC aclaró que sus cifras incluyen tanto camiones comerciales como de la ONU, basándose en datos oficiales de la ONU y COGAT.

El rechazo a los informes del IPC no es nuevo. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, calificó el reporte anterior como una "mentira absoluta".