Asesinatos, tortura y hambre: el ensañamiento de Israel con los niños palestinos

“Las fuerzas israelíes asesinaron, mutilaron, torturaron, privaron de alimentos, secuestraron y desplazaron a niños palestinos todos los días", denunció el director de la organización Defense for Children International - Palestine.

18 de diciembre, 2025 | 19.00

El año 2025 fue devastador para los niños palestinos. De acuerdo al último informe de la organización Defense for Children International - Palestine (DCIP), este año estuvo marcado por la tortura, el hambre y la desaparición forzada a manos de las fuerzas israelíes y colonos.

Esta organización documentó cómo la campaña militar israelí en Gaza y la represión creciente en Cisjordania despojaron sistemáticamente a los niños palestinos de sus derechos fundamentales a la vida, la seguridad y la salud, afectando su derecho a una infancia digna y protegida.

Las fuerzas israelíes asesinaron, mutilaron, torturaron, privaron de alimentos, secuestraron y desplazaron a niños palestinos todos los días de 2025”, afirmó Khaled Quzmar, director general de DCIP, subrayando que ningún niño palestino tuvo un momento seguro. 

Este año, 54 niños palestinos murieron en Cisjordania bajo fuego israelí. Uno de los casos documentados es el de Jannat Mutawar, de 8 años, que quedó con pérdida permanente de visión tras recibir un disparo dentro de su casa en Hebrón. Además, la organización remarcó que las fuerzas israelíes utilizaron munición real en redadas letales.

Otro caso es el de Amr Ali Ahmad Qabha, de 13 años, quien fue baleado siete veces y murió sin recibir atención médica inmediata debido a la negación de acceso a paramédicos y familiares por parte de soldados israelíes.

Los colonos israelíes también protagonizaron ataques violentos, como cuando un vehículo embistió a Ahmad Wisam Ahmad Odeh, de 16 años, dejándolo con graves heridas. La intervención de los soldados para intimidar al personal médico en la clínica donde fue atendido añade una capa más a la violencia sistemática.

Además, las fuerzas israelíes retienen los cuerpos de al menos 62 niños palestinos desde junio de 2016, impidiendo a sus familias darles sepultura digna, una práctica que viola leyes internacionales y representa castigo colectivo.

Amr Ali Ahmad Qabha, de 13 años, fue baleado siete veces y murió sin recibir atención médica.

La tragedia de los niños en la Franja de Gaza

En Gaza, la situación es aún más crítica. La destrucción de infraestructura vital, junto con un bloqueo total que impide el acceso a alimentos, agua y medicinas, generó una crisis humanitaria sin precedentes. La película documental “Through a Child’s Eyes” presentó testimonios desgarradores de niños que sobrevivieron a esta realidad.

Un ejemplo impactante es la familia Hassouna, cuyos cuatro niños quedaron solos tras la muerte de sus padres a manos de francotiradores israelíes y sobrevivieron días sin comida ni agua, además de enfrentar ataques de perros callejeros. Lina, de 14 años, sufrió un disparo en el pecho durante su rescate y aún lidia con secuelas físicas y emocionales.

Los niños evacuados de Gaza tampoco encontraron un refugio seguro. Majd Felfel, de 15 años, llegó a Egipto con heridas faciales graves y sin acceso a la atención médica especializada que necesita, mientras que dos hermanas pequeñas, Hanan y Misk Duqqi, perdieron extremidades y enfrentan una recuperación incierta lejos de su hogar.

Hambruna y menores detenidos

El hambre como arma de guerra fue una constante en 2025. Israel impuso un cerco total a Gaza, bloqueando alimentos, combustible y servicios básicos, y destruyendo sistemas agrícolas y de salud. DCIP y Doctors Against Genocide denunciaron esta política como un acto de tortura bajo la ley internacional, destinada a malnutrir crónicamente a niños y recién nacidos.

Los bebés fueron especialmente vulnerables. Adam Shbair, de apenas 40 días, casi murió de hipotermia tras ser desplazado a una carpa sin calefacción, y Sham Al-Shambari, de 55 días, falleció por las bajas temperaturas y la desnutrición tras la destrucción de su hogar.

En las cárceles israelíes, la situación no fue menos cruel. Walid Khalid Abdullah Ahmad, de 17 años, murió en 2025 en la prisión de Megiddo tras meses de maltrato, desnutrición y abusos físicos evidentes en su autopsia.

El encarcelamiento administrativo sin cargos se intensificó, alcanzando cifras récord: 350 niños palestinos detenidos, de los cuales el 48% están privados de libertad sin juicio ni acusación formal. Muin Ghassan Fahed Salahat, de 14 años, es el niño más joven en esta modalidad desde 2008.

Las condiciones de detención incluyen torturas físicas y psicológicas sistemáticas, según 325 testimonios recogidos por DCIP. El 74% de los niños denunciaron violencia física, el 26% abuso de posiciones de estrés, y muchos sufrieron confinamiento solitario en celdas insalubres y oscuras.

La mayoría de los arrestos se realizaron sin presencia familiar y sin informar a los niños los motivos, generando confesiones forzadas y maltratos reiterados. En Gaza, niños fueron secuestrados mientras buscaban ayuda humanitaria y trasladados a centros de detención donde sufrieron torturas extremas, como descargas eléctricas y golpizas, denunció la ONG. 

Los testimonios de jóvenes como Faris Ibrahim Faris Abu Jabal y Mahmoud Hani Mohammad Al-Majayda revelan un sufrimiento físico y psicológico profundo que persiste incluso tras su liberación, con secuelas como intentos de suicidio y terrores nocturnos.

La desaparición forzada de niños palestinos también aumentó alarmantemente en 2025. DCIP documentó 30 casos de menores entre 12 y 17 años desaparecidos, con familias desesperadas sin información ni acceso a sus hijos. Solo uno de esos niños fue confirmado en custodia israelí, mientras otros permanecen en un limbo de incertidumbre y angustia.

El padre de Haitham Mohammad Jamil Al-Masri, desaparecido hace casi dos años, contó: “¿Cómo puede estar mi hijo conmigo y luego simplemente desaparecer? Me siento perdido y lleno de desesperación. Él es solo un niño, no está involucrado en nada.”