¿Querés hacer mantecol casero? paso a paso y secretos

El mantecol es un clásico argentino que no puede faltar en las fiestas. Te contamos cómo prepararlo en casa y respondemos las dudas más frecuentes. 

14 de diciembre, 2025 | 13.20

El mantecol es uno de esos dulces que forman parte del ADN argentino, especialmente en las mesas navideñas. Para quienes no lo conocen, se trata de un turrón de maní con una textura arenosa y un sabor único. Pero, ¿sabías que hacerlo en casa es mucho más sencillo de lo que imaginás?

La receta casera de mantecol de Paulina Cocina que te traemos se basa en la crema o mantequilla de maní, una pasta que podés conseguir en dietéticas o incluso en algunas verdulerías. En caso de no encontrarla, también podés prepararla vos mismo con maní tostado, lo que te da aún más control sobre el sabor.

Un punto clave para que el mantecol quede con esa textura característica es trabajar la pasta con las manos o con una cuchilla antes de ponerla en el molde. Esto ayuda a desarmar los cristales de almíbar y a integrar bien todos los ingredientes, garantizando que la masa no quede granulada ni blanda.

En cuanto al azúcar, podés usar la que más te guste: blanca, rubia, mascabo o integral. Cada tipo aporta un sabor diferente y te permite darle un toque personal a la golosina. Por ejemplo, algunos afirman que con azúcar mascabo la mezcla queda más granulada y no se une tan bien, un detalle para tener en cuenta si buscás la textura clásica.

Receta fácil de mantecol casero

Rinde: una tableta

Ingredientes

  • 200g. de manteca de maní
  • 10 cdas. de azúcar
  • 2 cdas. de agua
  • 1 cdita. jugo de limón

Te mostramos el truco del amasado para que quede con la textura perfecta.

Paso a paso para no fallar

1. Preparación del almíbar punto bolita

Colocá el azúcar, agua y jugo de limón en una olla de fondo grueso. Llevá a fuego medio-bajo sin revolver, solo moviendo suavemente la olla si es necesario para integrar. Cuando empiece a hervir, cociná por 15-20 minutos hasta alcanzar el punto bolita. Para verificar: sumergí una cuchara en el almíbar y luego en agua fría; si podés formar una bolita blanda y maleable con los dedos, está listo.

2. Integración con la manteca de maní

Con cuidado, volcá el almíbar caliente en el vaso de una procesadora o batidora. Agregá la manteca de maní y procesá a velocidad media-alta durante 3-5 minutos hasta obtener una mezcla homogénea, cremosa y de color uniforme. Es normal que parezca arenosa al principio; continuá procesando hasta que se vuelva suave.

3. Amasado y texturización

Transferí la mezcla a una superficie limpia (puede estar ligeramente enharinada o aceitada). Amasá durante 2-3 minutos con movimientos de plegado y estiramiento hasta que pierda completamente la textura granulosa y se vuelva sedosa y maleable. Este paso es crucial para la textura final del mantecol.

El azúcar mascabo puede dar un resultado más granuloso, así que elegí bien.

4. Moldeado y prensado en frío

Forrá un molde rectangular (aproximadamente 15x10 cm) con papel manteca o film, dejando excedente en los bordes. Colocá la masa, aplastala uniformemente con una espátula o fondo de vaso, y cubrí con el excedente del papel. Poné un peso encima (libros, latas) y refrigerá por 24-48 horas para que se compacte y desarrolle su textura característica.

5. Desmolde y presentación

Retirá del molde con cuidado, cortá en tabletas o cuadrados con un cuchillo calentado (para cortes limpios), y serví. Guardá el mantecol en un recipiente hermético en la heladera por hasta 3 semanas, o congelado por 3 meses.