En medio de la crisis económica que atraviesa la provincia de Jujuy por las medidas del gobernador Carlos Sadir, productores de la Quebrada de Humahuaca advierten por el panorama oscuro que enfrentan. Las familias dedicadas a la horticultura aseguran que trabajan únicamente “para sobrevivir” y que la rentabilidad desapareció por completo.
El productor local Antonio Quispe describió el contexto que atraviesan los trabajadores del país que gobierna Javier Milei. “Nos cuesta producir y sembrar porque ahora es temporada barata. Los que vienen a comprar ponen los precios y no nos conviene”, explicó.
A esto se suma el incremento constante de los insumos: fertilizantes y abonos cada vez más caros, mano de obra que se encarece y arriendos que pueden llegar hasta los 6 millones por hectárea. "No hay ganancia, pero tenemos que trabajar para comer”, remarcó en diálogo con Canal 7.
En este marco, Quispe detalló que los precios que ofrecen los compradores profundizan la crisis: “Los vendedores de Perico o San Salvador pagan $3.000, y los de afuera, como Tucumán, pagan $2.000. Un fertilizante cuesta más de $60.000 la bolsa. Con un millón de pesos no hacemos nada”.
Además, remarcó que las enfermedades afectan a los cultivos. “Necesitamos ayuda, capacitaciones para sembrar. Hay enfermedades que atacan la producción y no sabemos cómo curarlas. Los productores necesitamos saber eso”, expresó.
Comedores jujeños denuncian atraso y falta de actualización de fondos: "$150 por chico"
Las consecuencias de las políticas de Sadir y Milei se ven reflejadas en el crecimiento de la demanda de ayuda alimentaria. Sin embargo, hay preocupación por la falta de actualización y el atraso en los pagos del programa provincial que financia la alimentación de niños y adolescentes: según señalaron desde el Centro San Pantaleón, desde enero del año pasado el monto destinado para la merienda y comida diaria es de apenas $150 por chico.
El comedor atiende actualmente a 150 beneficiarios, y el programa prevé la provisión de alimentos durante 20 días al mes. Esto significa que cada niño recibe una asignación mensual de $3.000 para su alimentación. "¿Qué se puede comprar con $150? Invito a cualquier ciudadano a ir a un almacén con ese monto y ver qué consigue", cuestionó Carlos Vargas, referente de la institución.
"Las organizaciones como la nuestra nacieron para cubrir donde el Estado no llega. Pero hoy el Estado se desentiende cuando debería haber una verdadera articulación", señaló Vargas en diálogo con el medio local Somos Jujuy. A su vez, remarcó que los pagos llegan con demora, ya que en octubre cobraron recién lo correspondiente a septiembre.
Además, advirtió que la situación económica del centro es cada vez más crítica. En medio del ajuste establecido por Nación y provincia, comentó que los costos de servicios básicos como luz, agua y gas alcanzan los $500.000 mensuales, lo que obliga a la institución a generar recursos propios para sostener la asistencia.
De cara a fin de año, el panorama se presenta incierto. Con el aumento habitual en el precio de los alimentos en diciembre, Vargas duda de que el comedor pueda sostener su demanda. De esta manera, desde la institución piden una actualización urgente de los valores, que permita una alimentación digna a cada niño.
