Un hotelero de Mar del Plata comparó este diciembre con la antesala de la crisis de 2001

El secretario de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica advirtió una fuerte caída en la ocupación en la previa del verano y aseguró que el panorama actual recuerda al de los años 2000 y 2001

24 de diciembre, 2025 | 09.30

En la previa de la temporada de verano, el secretario de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata, Jesús Osorno, comparó el nivel de actividad turística de este diciembre con el de los años 2000 y 2001, en la antesala de la crisis económica, al advertir una fuerte caída en la ocupación y el consumo.

Tendría que remitirme al 2000 o 2001, cuando se preveía la crisis. Me puede fallar la memoria, pero estamos flojos”, sostuvo Osorno en diálogo con Radio Con Vos, al describir el panorama actual del sector en la ciudad balnearia. Según explicó, la semana de Navidad y el fin de semana previo se presentan con niveles de ocupación muy bajos, mientras que para Año Nuevo el escenario mejora levemente, con un promedio de entre 50 y 60 por ciento en la ciudad. No obstante, aclaró que el impacto no es uniforme y que en algunas zonas, como el centro, los números pueden ser algo más altos.

De cara al resto de la temporada de verano, Osorno se mostró cauto y descartó la posibilidad de una ocupación plena. “El país no está al 100%. Somos optimistas, pero hay una crisis en el bolsillo que se hace sentir. Decir que vamos a estar al cien es mucho”, afirmó.

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En ese sentido, indicó que los empresarios hoteleros y gastronómicos advierten un cambio en el comportamiento de los turistas habituales. Osorno señaló que muchos veraneantes optan por viajar a Brasil o Uruguay, o directamente no pueden tomarse vacaciones debido a la falta de recursos económicos, aunque remarcó que el principal problema no es la competencia de otros destinos, sino la pérdida de poder adquisitivo. “Brasil se puso más caro que Mar del Plata. Es un conjunto de factores, pero el bolsillo pesa más que todo”, explicó.

El empresario marplatense advirtió que muchas familias directamente manifestaron que este año no podrán viajar. “Con un sueldo promedio de un millón y medio es muy difícil moverse en la Argentina”, puntualizó, y anticipó que el sector espera una temporada acotada, con mayor movimiento entre jueves y domingo o de martes a sábado.

El sector hotelero advierte por un diciembre flojo en Mar del Plata.

Además, aseguró que la caída de los ingresos es la principal causa de la baja turística y alertó por algunos establecimientos que decidieron no abrir durante las fiestas. “Tenemos testimonios de hoteles, sobre todo de categorías menores, a los que les sale más caro abrir que permanecer cerrados en Navidad y Año Nuevo. Falta el turismo de grupos que venía de Mendoza, Córdoba o Santiago del Estero y se alojaba en ese tipo de lugares”, detalló.

En ese escenario, Osorno planteó que, si bien el Gobierno avanza en el ordenamiento macroeconómico, la situación es distinta a nivel local. “El Gobierno está resolviendo la parte macro, pero en las empresas de consumo diario y en las PyMEs, que en Mar del Plata son mayoría, se siente fuerte: no están las ventas como siempre”, concluyó.

Turismo en rojo: van más de 20 meses en picada

El turismo internacional volvió a registrar un saldo negativo para la Argentina, traccionado por un marcado crecimiento del turismo emisivo. El dato más alarmante es que, desde la asunción de Javier Milei como presidente, el balance turístico no logró revertirse y ya acumula 22 meses consecutivos en rojo. El aumento de argentinos que viajan al exterior, favorecidos por un dólar barato y precios relativos más convenientes fuera del país, contrasta con un ingreso de turistas extranjeros que no alcanza para compensar la salida de divisas.

En ese marco, el balance del turismo internacional sigue mostrando cifras deficitarias. Durante noviembre, la cantidad de argentinos que salieron del país volvió a superar ampliamente al número de visitantes extranjeros, consolidando un saldo negativo que se arrastra desde comienzos de año. La tendencia da cuenta de una recuperación sostenida del turismo emisivo, mientras que el turismo receptivo avanza a un ritmo considerablemente más lento.

El fenómeno impacta de manera directa en las cuentas externas, dado que el gasto de los argentinos en el exterior crece en un escenario en el que el ingreso de dólares por turismo no alcanza para equilibrar la balanza. De hecho, este desequilibrio se consolidó como una de las principales vías de salida de divisas dentro del sector servicios. De acuerdo con datos del Indec, desde diciembre de 2023 no se registra un saldo positivo en la balanza turística, en un contexto marcado por el predominio del turismo emisivo durante la gestión de Milei.