El futbolista Mauro Icardi continúa figurando como inscripto en el Registro Público de Alimentantes Morosos (RPAM) de la Ciudad de Buenos Aires, pese a que en los últimos días circuló información sobre que pagó parte de las cuotas adeudadas. Según confirmaron fuentes del Gobierno porteño, la inscripción solo se revierte cuando el juzgado que dispuso el alta ordena formalmente la baja, una vez cancelada la totalidad del monto.
Desde la Ciudad explicaron que el pago -incluso cuando se salda en su totalidad- no implica automáticamente la salida del Registro. Para que eso ocurra, el alimentante o su representación legal debe iniciar un trámite específico que incluye una orden judicial y el pago de un costo administrativo. Actualmente, ese trámite tiene un valor de $251.970, según informaron fuentes oficiales.
Hasta que ese proceso no se complete, el nombre de la persona inscripta permanece visible en el RPAM, con todas las consecuencias que ello conlleva: restricciones para realizar determinados trámites, impedimentos para acceder a beneficios y controles en espacios públicos.
Cómo funcionan los operativos para detectar deudores alimentarios
El caso Icardi se enmarca en las políticas públicas que ejecuta el Gobierno de la Ciudad. Desde marzo pasado, la Ciudad de Buenos Aires intensificó los operativos para detectar deudores alimentarios morosos en estadios de fútbol, recitales y espectáculos masivos, tras la reforma del régimen aprobada por la Legislatura porteña. Según datos de los Ministerios de Justicia y Seguridad porteños, a cargo de Gabino Tapia y Horacio Giménez respectivamente, en casi 100 operativos realizados de manera conjunta por , se detectaron 75 personas inscriptas en el Registro: 39 en canchas de fútbol y 34 en recitales y eventos culturales.
Desde el Ejecutivo porteño señalaron que el endurecimiento de los controles forma parte de una política pública orientada a garantizar el derecho alimentario y desalentar el incumplimiento. En esa línea, la Ciudad firmó convenios con 14 provincias para coordinar acciones, intercambiar información y evitar que los deudores eludan sus obligaciones mediante el cambio de jurisdicción.
El caso del futbolista, de alto perfil mediático, vuelve a poner en agenda una realidad que atraviesa a miles de familias. Desde la Ciudad remarcan que el derecho alimentario no se agota en el pago eventual de una deuda, sino que exige un cumplimiento efectivo y sostenido. En ese esquema, salir del Registro no es un trámite automático, sino una instancia más dentro de un sistema diseñado para que el incumplimiento tenga consecuencias. Actualmente, más de 11 mil personas se encuentran inscriptas en el RPAM de la Ciudad de Buenos Aires.
