En la madrugada de este domingo, la sede central del SEIVARA fue escenario de un violento ingreso de delincuentes que causaron serios daños a la oficina de Cristian Jerónimo, secretario general de la Confederación General del Trabajo (CGT). El ataque fue llevado a cabo por individuos encapuchados que irrumpieron en el edificio, destruyeron cámaras de seguridad y accedieron al lugar a través de la terraza, causando destrozos importantes. El ataque ocurre en la semana en que comienza a discutirse la reforma laboral que perjudica a los trabajadores y que enfrenta la CGT.
La agresión no pasó desapercibida para la dirigencia sindical, que inmediatamente la consideró un acto de intimidación con claros tintes políticos. Jerónimo, quien lidera la CGT a sus 41 años y mantiene una postura firme contra la reforma laboral promovida por el gobierno nacional, no dudó en calificar el hecho como un "mensaje", dada la profesionalidad con que se llevaron a cabo los daños y el contexto de movilizaciones sindicales próximas, como la prevista para el 18 de diciembre en Plaza de Mayo.
En su denuncia, Jerónimo expresó que el ataque no es un hecho aislado, sino que ocurre en un momento particularmente sensible para el movimiento obrero. A solo días de la marcha en contra de la reforma laboral, el dirigente aseguró que "la gravedad de lo sucedido excede a un robo común", subrayando la sospecha sobre las intenciones detrás del ataque.
El líder sindical dejó en claro que su compromiso con la justicia es absoluto, y pidió una investigación "urgente y sin condicionamientos" para esclarecer los hechos. A pesar del ataque, Jerónimo reafirmó su convicción de seguir adelante con la lucha sindical y la movilización del 18 de diciembre, asegurando que este episodio no desalentará las acciones en defensa de los derechos de los trabajadores.
Desde la CGT y el Sindicato del Vidrio, recalcaron que este tipo de incidentes no hacen más que fortalecer su determinación. "El ataque no modifica en absoluto el rumbo del movimiento obrero", concluyó Jerónimo, que ha sido un firme opositor a las políticas laborales del gobierno actual.
El hecho, que se suma a una serie de tensiones políticas entre el movimiento obrero y el Ejecutivo, deja en evidencia el nivel de conflictividad que atraviesa el país en temas laborales. La justicia ahora tiene la palabra, y la sociedad espera respuestas claras sobre las motivaciones detrás de este ataque.
La CGT repudió el ataque
La CGT sacó un comunicado para repudiar el ataque perpetrado contra Jerónimo y el Sindicato del Vidrio en momentos en que se define la movilización de la CGT con la adhesión de nuevos gremios y el llamado a medidas de fuerza como el paro convocado por la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE).
"Resulta ingenuo creer que este hecho responde a un simple delito policial y no a un intento de amedrentamiento hacia todo el movimiento obrero en las vísperas de la movilización que se llevará a cabo este jueves 18 de diciembre en defensa del trabajo y contra la reforma laboral", escribieron.
