El grupo Estado Islámico dijo que la muerte de personal estadounidense del Pentágono en la antigua ciudad siria de Palmira fue un "golpe" para las fuerzas estadounidenses y las facciones armadas sirias opuestas a él, en su primer comentario público sobre el incidente.
Dos soldados del ejército estadounidense y un intérprete civil murieron el sábado cuando un atacante atacó un convoy de fuerzas estadounidenses y sirias en Palmira antes de ser abatido, informó el ejército estadounidense. Tres soldados estadounidenses resultaron heridos.
En un artículo publicado en su canal de Telegram el jueves, el Estado Islámico acusó a Estados Unidos y a sus aliados con base en Siria de formar un frente único contra él. Utilizó un lenguaje religioso para enmarcar el asalto como un momento decisivo destinado a disipar las dudas entre sus partidarios, pero no reivindicó explícitamente la responsabilidad.
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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó el incidente de "terrible" y prometió represalias.
El Ministerio del Interior sirio dijo el domingo que había detenido a cinco personas sospechosas de tener vínculos con el tiroteo, y describió al atacante como un miembro de las fuerzas de seguridad sirias sospechoso de simpatizar con Estado Islámico.
El ministerio dijo que las unidades de seguridad de Palmira llevaron a cabo las detenciones en coordinación con las fuerzas de la coalición internacional.
Siria ha estado cooperando con una coalición liderada por Estados Unidos contra el Estado Islámico. Estados Unidos tiene efectivos estacionados en el noreste de Siria como parte de una campaña de una década contra el grupo, que controló grandes partes de Siria e Irak entre 2014 y 2019.
Con información de Reuters
