La negociación colectiva ya es federal: por qué el argumento del Gobierno no cierra

Mientras el oficialismo impulsa una reforma presentada como "modernizadora", especialistas advierten que la negociación colectiva ya contempla diferencias regionales y que, en realidad, se busca habilitar convenios por empresa con peores condiciones laborales. Se reedita la "Ley Banelco", con mayor desigualdad y pérdida de poder adquisitivo.

18 de diciembre, 2025 | 00.05

“Si las provincias del Noroeste argentino pudieran imponer salarios más bajos que los del AMBA, el empleo regional crecería un 16%”, afirmó semanas atrás el ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, en la antesala de la presentación oficial del proyecto de “modernización laboral”. Según el funcionario, en la Argentina “se impone un mismo salario en todo el país” y sería necesario avanzar hacia un esquema de mayor flexibilidad. Sin embargo, en pleno avance de una reforma laboral de carácter regresivo en el Congreso, el planteo oficial parte de un diagnóstico falso: no se puede “federalizar” lo que, en los hechos, ya es federal.

En concreto, el sistema vigente de negociación colectiva establece, a través de los convenios nacionales, un piso de salarios y condiciones laborales, pero habilita también que las empresas o las actividades de cada sector definan acuerdos específicos, adaptados a las particularidades productivas y territoriales. Así lo advirtió un informe privado que remarcó que “no se puede innovar sobre algo que ya está en funcionamiento”.

Contrario a lo que sostiene el Gobierno nacional, la negociación colectiva por empresa es hoy dinámica y extendida, y tiene un rasgo central: los acuerdos empresariales mejoran lo establecido por los convenios de actividad, que operan como piso de derechos. Este punto es clave para entender el objetivo de fondo de la iniciativa del oficialismo. Lejos de promover el empleo regional, la reforma busca habilitar que “a nivel de las empresas se fijen salarios inferiores y condiciones laborales peores a las acordadas a nivel sectorial”, señaló documento de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM). En otras palabras, el cambio no apunta a más federalismo, sino a eliminar límites a la baja salarial.

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En ese contexto, la Confederación General del Trabajo (CGT) marchará este jueves desde las 15 horas hacia Plaza de Mayo junto a diferentes organizaciones en rechazo al proyecto que, por otro lado, la gestión libertaria busca tratar antes del cierre de mes en el recinto del Senado.

Negociación colectiva: el carácter federal ¡ya existe!

La administración libertaria buscará en estos días profundizar su modelo de desregulación económica a través de una nueva reforma laboral que, si bien es presentada como “modernizadora”, en la práctica agrava problemas estructurales: destrucción de puestos formales, caída del salario, precarización generalizada y debilitamiento del sistema jubilatorio. 

Al respecto, uno de los puntos clave del proyecto de más de 190 artículos que ingresó al Senado nacional, tiene que ver con las modificaciones a la Ley de Contrato de Trabajo (N° 20.744) para dar lugar a una mayor flexibilización laboral. En ese sentido se establecen bancos de horas –en reemplazo de horas extras- definidos de manera unilateral por los empleadores, fraccionamiento de vacaciones, mayores facilidades para la tercerización, reducción salarial de trabajadores que se reincorporan luego de una enfermedad o un accidente inculpable, extensión del periodo de prueba, limitación de acciones judiciales y reducción de la indemnización por despido. Asimismo, por el lado de la negociación colectiva, se otorga primacía al convenio de empresa, por sobre el convenio por actividad. 

Sobre esto último, repitiendo conceptos como “salario dinámico” o “federalización laboral”, diferentes funcionarios del gobierno nacional e incluso el presidente Javier Milei justificaron la necesidad de descentralizar la negociación colectiva. Esto implica, advierten especialistas, habilitar que los convenios negociados a nivel de empresa puedan incluir peores condiciones de trabajo y acuerdos salariales de menores incrementos que los convenios nacionales de actividad.

¿Cómo se implementaría? A través de la inversión del orden de prelación para la aplicación de los convenios. En otras palabras, independientemente de cuándo hayan sido celebrados, los convenios de empresa prevalecen sobre los de actividad, aunque contengan cláusulas menos favorables para los trabajadores. Así, se invierte la regla del art. 19 de la Ley N° 14.250, que indica que los convenios de empresa solo prevalecen sobre los de actividad en la medida que contengan cláusulas más favorables a los trabajadores. El antecedente inmediato es la ley 25.250 conocida como “Ley Banelco” que legisló en igual sentido durante los pocos años de su vigencia.

Para justificar esta medida que, a todas luces, es perjudicial para las y los laburantes, la narrativa gubernamental asegura que la intención es que los convenios se adapten a las particularidades de cada una de las regiones del país y sus diferentes realidades.

Ahora bien, ¿cómo funciona hoy la negociación colectiva? “Nuestro sistema de relaciones laborales se caracteriza por la presencia de una negociación articulada esto implica que, sobre el piso que fijan los convenios sectoriales, las empresas (o las actividades de cada sector) se definen condiciones específicas, adaptadas a las particularidades de cada ámbito, tanto en materia de ingresos como de organización del trabajo y condiciones laborales” precisaron especialistas del Centro de Capacitación y Estudios sobre el Trabajo y el Desarrollo CETyD (EIDAES-UNSAM). Es decir, el argumento se funda en alcanzar una condición que ya existe.

De hecho, el carácter federal de la negociación colectiva se evidencia en las marcadas diferencias salariales que existen al interior de una misma actividad entre las distintas provincias. Según el CETyD, en promedio, dentro de una misma actividad, los salarios de la provincia mejor remunerada cuadruplican a los de la provincia peor remunerada. 

Algunos ejemplos concretos:

  • El salario promedio de los trabajadores petroleros neuquinos duplica a los del interior de la Provincia de Buenos Aires ($9.1 millones vs $4 millones). 
  • El salario promedio de los trabajadores de la industria cervecera de la Ciudad de Buenos Aires está cerca de quintuplicar a los de Catamarca ($ 3.3 millones vs $ 700 mil).  
  • El salario promedio de los trabajadores de fabricación de maquinaria agropecuaria del Gran Buenos Aires casi cuadruplica a los de Entre Ríos ($ 2.9 millones vs $ 700 mil).
  • El salario promedio de los trabajadores de la salud de Tierra del Fuego duplica a los de Santiago del Estero ($ 2.2 millones vs $ 1 millón). 
  • El salario promedio de los trabajadores de servicios veterinarios del interior de la Provincia de Buenos Aires casi cuadruplica a los de La Rioja ($1.8 millones vs. 500 mil).

“Contrario a lo que se supone, actualmente la negociación colectiva por empresa es muy dinámica solo que, por regla general, los acuerdos de empresa mejoran lo dispuesto en los convenios de actividad (los cuales funcionan, hasta ahora, como piso). Por ese motivo, este proyecto es un retroceso. Además, los países que descentralizaron la negociación colectiva de actividad muestran mayores niveles de desigualdad salarial”, alertó el documento presentado por los investigadores Matías Maito y Juan Manuel Ottaviano, entre otros especialistas en la materia-

Objetivo de fondo: ajuste salarial

Considerando que en la práctica la negociación colectiva ya adquiere características regionales, cabe preguntarse, ¿qué busca realmente el gobierno con la descentralización?

Un punto claro ronda en torno a eliminar un piso de salarios que, no es menor, ya está muy bajo. “La iniciativa elimina el piso salarial que fijan los convenios colectivos de actividad” aseguraron desde la UNSAM. En efecto, los salarios de las categorías más bajas de los convenios de actividad (que son efectivamente los pisos salariales que fija la negociación de actividad) perdieron un 30% de su poder adquisitivo entre los meses de diciembre de 2012 y 2024. 

En consecuencia, esos valores quedaron por debajo de la canasta básica alimentaria. Esto quiere decir que los trabajadores encuadrados en las categorías más bajas de los convenios colectivos perciben salarios básicos que se encuentran debajo de la línea de pobreza, y “el proyecto de reforma busca reducir aún más ese nivel”, plantearon los economistas.

En definitiva, la descentralización de la negociación colectiva no implica una modernización. Por el contrario, la modificación del sistema de articulación entre los distintos niveles negociales significaría "regresar al régimen que sirvió para el congelamiento de salarios y la introducción de modalidades de contratación y de trabajo precarias durante la década de los ’90 y hasta el año 2004”, cerraron.