Las cenas de Navidad y Año Nuevo se vuelven el momento más difícil del año para cuidarse y mantener una dieta equilibrada. Sin embargo, comer saludable también es una posibilidad, ya que existe un plato que lleva avena ideal para preparar en estas fiestas: albóndigas de pollo y avena. Cómo hacerlas.
Receta saludable para Navidad y Año Nuevo: qué cocinar
Las albóndigas de pollo y avena bañadas en una salsa de tomate casera son ideales para comer en las fiestas. Si bien no es una opción muy fresca, ofrecen la posibilidad de comer algo saludable y proteico, al utilizar la avena de una forma innovadora. Con esta receta, podés preparar un plato que será un éxito asegurado en sabor y que, además, permite seguir cuidándote en Navidad y Año Nuevo.
Las albóndigas de pollo y avena aportan
Ingredientes (para 4 a 6 porciones)
- 500 gramos de carne picada de pollo (magra y con poca grasa).
- 1/2 taza de avena instantánea o avena fina (nuestro reemplazo saludable para el pan).
- 1/4 taza de queso rallado (tipo Reggianito o Parmesano, para realzar el sabor).
- 1 huevo grande (para ligar la mezcla).
- 1 diente de ajo picado muy finito.
- 1/4 taza de perejil fresco picado (aporta frescura y color).
- Sal y pimienta negra recién molida a gusto.
- Aceite de oliva virgen extra (para sellar y la salsa).
- Para la Salsa Festiva de Tomate:
- 1 lata (400g) de tomate perita triturado o pulpa de tomate de buena calidad.
- 1/2 cebolla picada en brunoise.
- 1/2 pimiento morrón rojo picado (el color rojo festivo).
- 1 cucharadita de azúcar (para balancear la acidez del tomate).
- Especias: Orégano, albahaca seca y, si te gusta, una pizca de ají molido.
MÁS INFO
Preparación paso a paso
- En un bowl amplio, combiná la carne de pollo picada, la avena, el queso rallado, el huevo, el ajo picado y el perejil. Sazoná generosamente con sal y pimienta.
- Mezclá todos los ingredientes con las manos hasta que se integren bien. Luego, dejá la mezcla en la heladera por unos 15 a 20 minutos. Este tiempo es fundamental, ya que permite que la avena se hidrate con la humedad del pollo y el huevo, evitando que las albóndigas se desarmen durante la cocción.
- Formá las albóndigas con las manos, asegurándote de que todas tengan un tamaño similar (como una nuez grande).
- Calentá un poco de aceite de oliva en una sartén grande y sellá las albóndigas por todos sus lados hasta que estén doradas. Esto sella los jugos y les da una capa exterior más firme. Retirá y reservá.
- Por otro lado, en la misma sartén (o en una olla), rehogá la cebolla y el morrón picado hasta que estén blandos. Añadí el tomate triturado, el azúcar y todas las especias. Dejá que la salsa hierva suavemente para que los sabores se desarrolle
- Una vez que la salsa burbujee, reincorporá las albóndigas selladas. Bajá el fuego al mínimo, tapá la olla y cociná a fuego lento durante al menos 35 a 45 minutos. Esta cocción lenta es la que garantiza que el pollo se cocine por completo, que la avena termine de ligar, y que las albóndigas absorban toda la riqueza de la salsa.
- Serví las albóndigas bien calientes con abundante salsa. Como acompañamiento saludable, podés elegir puré de papa y batata rústico, o una porción de arroz integral con vegetales. Terminá el plato con unas hojitas de albahaca fresca o un poquito más de queso rallado si buscás el toque gourmet.
