Postre frutal y fresco, ideal para llevar a Año Nuevo: el paso a paso

Se trata de un postre fácil de preparar y con un resultado que a todos les gusta. Su frescura es ideal para el 31 de diciembre por la noche, pronosticado como el día más caluroso del mes.

28 de diciembre, 2025 | 17.08

La pavlova es una excelente opción para la mesa de Año Nuevo, especialmente teniendo en cuenta que en Buenos Aires se esperan temperaturas cercanas a los 40° este 31 de diciembre. Su combinación de merengue crocante por fuera y suave por dentro, con crema liviana y frutas frescas, la convierte en un postre refrescante y liviano, ideal para cerrar una comida festiva sin resultar pesada.

Las celebraciones de fin de año suelen girar en torno a la mesa y a los platos compartidos, que funcionan como punto de encuentro entre familia y amigos. La comida cumple un rol central no solo por el sabor, sino también por el clima que genera: invita a quedarse, conversar y brindar juntos. En ese contexto, los postres frescos y frutales ganan protagonismo frente a opciones más densas, adaptándose mejor al calor y a las ganas de algo dulce pero liviano.

En particular, la pavlova se destaca por su versatilidad y su presencia elegante, que suma atractivo a la mesa sin requerir ingredientes complejos. Puede adaptarse con distintas frutas de estación, como frutillas, duraznos, mango o frutos rojos, y prepararse con anticipación, lo que facilita la organización. Así, este clásico se convierte en una opción práctica, fresca y deliciosa para despedir el año y recibir el nuevo de la mejor manera.

Receta tradicional de pavlova

Ingredientes para el merengue

  • 4 claras de huevo a temperatura ambiente

  • 200 g de azúcar

  • 1 cucharadita de vinagre blanco o jugo de limón

  • 1 cucharadita de esencia de vainilla

  • 1 cucharadita de maicena

Ingredientes para la cobertura

  • 250 ml de crema de leche bien fría

  • 2 cucharadas de azúcar impalpable

  • Frutas frescas a gusto (frutillas, kiwi, arándanos, mango, duraznos, etc.)

Pavlova.

Paso a paso

  1. Precalentar el horno a 120-130 °C y forrar una placa con papel manteca.

  2. Batir las claras a velocidad media hasta que comiencen a espumar.

  3. Agregar el azúcar de a poco, en forma de lluvia, batiendo a velocidad alta hasta obtener un merengue firme, brillante y que forme picos sostenidos.

  4. Incorporar la esencia de vainilla, el vinagre o jugo de limón y la maicena, mezclando suavemente con movimientos envolventes.

  5. Colocar el merengue sobre la placa formando un círculo o disco, creando un pequeño hueco en el centro para el relleno.

  6. Llevar al horno y cocinar durante 1 hora y 15 minutos a 1 hora y 30 minutos, sin abrir el horno.

  7. Apagar el horno y dejar la pavlova adentro con la puerta entreabierta hasta que se enfríe completamente (esto evita que se quiebre).

  8. Batir la crema de leche con el azúcar impalpable hasta que esté firme.

  9. Colocar la crema sobre la pavlova ya fría y decorar con frutas frescas justo antes de servir.