La ensalada Waldorf es una preparación fresca de ensalada y es un ícono culinario que ha trascendido épocas y fronteras desde su creación en el corazón de Nueva York, Estados Unidos. Hoy, es un clásico presente en mesas de todo el mundo, apreciada por su mezcla de texturas y sabores que combinan lo crujiente, lo dulce y lo cremoso.
Ingredientes para la ensalada Waldorf
- 800 g de manzanas (mejor si son firmes y jugosas)
- 150 g de nueces troceadas
- 150 g de apio blanco cortado fino
- 50 g de frutos secos al gusto (pasas, arándanos secos, etc.)
- 250 g de pollo cocido o pechuga (opcional, para una versión más sustanciosa)
- Sal y pimienta al gusto
Para la mayonesa casera:
- Jugo de limón
- 1 huevo
- Mostaza a gusto
- Aceite de oliva (200 - 300 g)
- Crema de leche (opcional para dar textura)
Preparación de la ensalada Waldorf
-
Haz la mayonesa casera: en un bol amplio, mezcla el huevo, el jugo de limón y la mostaza. Emulsiona mientras agregas lentamente el aceite de oliva hasta lograr una textura cremosa y consistente. Añade un poco de crema si deseas una consistencia más suave.
-
Prepara los ingredientes: pela y corta las manzanas en cubos pequeños para evitar que se oxiden; pica el apio lo más fino posible. Si vas a usar pollo, desmenuzalo en trozos del tamaño de un bocado.
-
Mezcla todo: en una ensaladera grande, combina manzanas, apio, nueces y frutos secos. Agrega el pollo. Vierte la mayonesa y mezcla suavemente hasta que todos los ingredientes queden bien cubiertos. Salpimienta a gusto.
-
Sirve frío: la ensalada se disfruta mejor fría, ideal como entrada o acompañamiento. Tradicionalmente se puede servir sobre hojas de lechuga para aportar frescura y color.
MÁS INFO
Ensalada Waldorf: un clásico con historia
El origen de esta receta se remonta a finales del siglo XIX, específicamente al famoso Hotel Waldorf-Astoria de Nueva York. Fue allí, en 1896, donde el coordinador de personal Oscar Tschirky, conocido como “Oscar of the Waldorf”, diseñó una ensalada elegante para un evento benéfico que combinaba ingredientes sencillos pero armoniosos. Su creación, incluida en The Cook Book by “Oscar” of the Waldorf publicado ese mismo año, consistía originalmente en manzanas, apio y mayonesa, sin los frutos secos o las uvas que hoy muchos consideramos clásicos.
Con el paso del tiempo, la receta original se expandió y adaptó. A principios del siglo XX se añadieron nueces, y más tarde uvas frescas o pasas para aportar un toque dulce adicional. También se comenzó a servir tradicionalmente sobre una cama de lechuga, lo que aportó color y volumen al plato.
Su equilibrio entre lo crujiente de la manzana y el apio, lo cremoso y lo nutritivo de las nueces la convierte en una opción perfecta para Navidad y Año Nuevo.
