La mañana del jueves generó preocupación en el ambiente gastronómico y del espectáculo tras conocerse el delicado estado de salud de Christian Petersen. El reconocido chef se encuentra internado desde el viernes pasado en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Ramón Carrillo, en San Martín de los Andes, luego de haber sido derivado desde el Hospital de Junín de los Andes. Pasadas las 15 horas, un comunicado oficial confirmó que atraviesa un cuadro de falla multiorgánica, con pronóstico reservado y necesidad de atención médica especializada permanente.
El parte fue difundido de manera conjunta por el Ministerio de Salud de la Provincia de Neuquén y el centro de salud donde permanece internado. Allí se indicó que el paciente “ingresó a la Unidad de Terapia Intensiva derivado desde el Hospital de Junín de los Andes” y que su estado actual “es reservado, encontrándose con un cuadro de falla multiorgánica que requiere atención médica especializada continua”.
La falla multiorgánica, también conocida como síndrome de disfunción multiorgánica (SDMO), no es una enfermedad en sí misma, sino una complicación grave que aparece como consecuencia de otra afección inicial. Se produce cuando dos o más órganos vitales —como el corazón, los pulmones, los riñones, el hígado o el cerebro— dejan de funcionar de manera adecuada al mismo tiempo, poniendo en riesgo la vida del paciente.
Por qué se generan las fallas multiorgánicas
Este cuadro suele desencadenarse por situaciones extremas como infecciones severas (sepsis), traumatismos graves, quemaduras extensas o determinadas enfermedades crónicas. En esos casos, el organismo responde con una inflamación sistémica descontrolada, que daña los vasos sanguíneos, altera la circulación y reduce el aporte de oxígeno a los tejidos. Como consecuencia, los órganos comienzan a fallar de forma progresiva, en un efecto dominó.
El tratamiento de la falla multiorgánica se realiza exclusivamente en cuidados intensivos y apunta a dos objetivos centrales: atacar la causa que originó el cuadro —por ejemplo, una infección— y sostener el funcionamiento de los órganos comprometidos. Esto puede incluir asistencia respiratoria mecánica, medicación para estabilizar la presión arterial, diálisis y monitoreo constante. Se trata de una de las situaciones clínicas más complejas de la medicina, que requiere intervención inmediata y seguimiento permanente.
